Los miomas uterinos: tratamientos

Los miomas o fibromas  uterinos son tumores benignos de la parte muscular del útero (miometrio). Su desarrollo y crecimiento  depende de las hormonas ováricas. En este post encontrarás toda la información más genérica que ya abordamos en anterioridad en este blog. Hoy nos centramos en los distintos tipos de tratamientos. Incontinencia urinaria en mujeres

Según su localización se clasifican como:  “submucosos” cuando afectan a la capa más interna del útero (endometrio), “intramurales” cuando se localizan en el espesor  del miometrio y “subserosos” cuando se localizan cerca de la capa más externa del útero o serosa. En ocasiones, pueden coexistir en el mismo útero varios miomas con diferentes localizaciones.

Los síntomas que acompañan a esta patología son variables en función de la localización, tamaño y número. Las pacientes que sufren esta patología pueden presentar reglas abundantes o sangrados anormales, dolor pélvico o durante el coito y síntomas relacionados con la compresión de los órganos vecinos. Sin embargo, casi la mitad de ellos no presentan ningún síntoma.

En ocasiones, los miomas, especialmente los submucosos, pueden causar problemas de infertilidad.

¿Cómo se tratan los miomas?

Los tratamientos son muy variados y su elección depende de muchos factores: número de miomas, síntomas, edad de la paciente, deseo gestacional, preferencias de la paciente, etc. En principio, solo los miomas que causan síntomas deben ser tratados. Los tratamientos pueden ser médicos o quirúrgicos.

Tratamientos médicos

Los tratamientos médicos se basan en la administración de preparados hormonales que actúan a diferentes niveles:

– Derivados de la progesterona (gestágenos) administrados solos o combinados con estrógenos (píldora anticonceptiva). Otra opción consiste en administrar la hormona mediante un dispositivo de levonorgestrel colocado en el interior del útero.

Los métodos hormonales son bastante eficaces en el control de los sangrados y el dolor, pero son poco eficaces en la reducción del tamaño de los miomas.

Moduladores del receptor de progesterona. El único fármaco de este grupo autorizado para el tratamiento de los miomas es el  Acetato de Ulipristal, comercializado con el nombre de Esmya. Se administra por vía oral y es muy eficaz en el control de los sangrados y en la reducción del tamaño de los miomas. Por este motivo,  empezó a utilizarse de forma temporal para facilitar la cirugía posterior, aunque hoy está autorizado su uso largo plazo.

Agonistas de Gn-RH: Su acción se basa en su capacidad para frenar el estimulo de las hormonas hipofisarias sobre los ovarios, inhibiendo la síntesis de las hormonas ováricas  que, a su vez, estimulan el crecimiento del mioma. Este tratamiento es muy eficaz en el control del tamaño de los miomas y los sangrados anormales asociados, pero provoca como efecto secundario una “menopausia transitoria” que desaparece al interrumpir el tratamiento.

Los tratamientos médicos tienen el incoveniente  de que tras su interrupción , es bastante frecuente que se produzca un nuevo incremento del tamaño del mioma y la reaparición de los síntomas.

Tratamientos no invasivos

– Embolización: Es una técnica radiológica intervencionista que consiste en bloquear las arterias que nutren el mioma mediante la inyección de micropartículas a través de un catéter introducido en una arteria de la pierna.  Es un método muy eficaz para controlar el crecimiento de los miomas, pero no se aconseja si la paciente desea quedarse embarazada ya que las micropartículas pueden migrar hacia los vasos ováricos causando esterilidad o menopausia.

– HIFU: Es una técnica no invasiva que utiliza ultrasonidos de alta intensidad focalizados sobre el mioma, provocando su destrucción y posterior reabsorción. Su aplicación es muy limitada y poco efectiva en casos de miomas múltiples o miomas únicos grandes. 

– Radiofrecuencia vaginal: La ablación por radiofrecuencia es una técnica mínimamente invasiva, que destruye el tejido del mioma por la termocoagulación controlada aplicada a través de una aguja guiada por ecografía transvaginal hasta el interior del mioma, respetando el miometrio sano. Después del procedimiento, el mioma irá reabsorbiéndose y reduciendo su tamaño.

Es una técnica que puede aplicarse de forma ambulatoria y que permite el tratamiento simultáneo de varios miomas, evitando los riesgos asociados a la cirugía.

Es la técnica más novedosa en el tratamiento de los miomas y aunque pretende ser una técnica que sustituya a la cirugía,  se necesita una mayor experiencia para su evaluación a largo plazo.

Tratamientos quirúrgicos

– Conservador: El objetivo de la cirugía conservadora es extirpar el mioma (o miomas) conservando el útero. La intervención se conoce como miomectomía.

El abordaje para la realización de la(s) miomectomía(s) puede hacerse con diferentes técnicas, en función de la localización, el número y el tamaño de los miomas. Cuando el mioma es submucoso se utiliza la histeroscopia (una técnica endoscópica que permite la extracción por vía vaginal). Cuando el mioma es intramural o subseroso, es necesario recurrir a la cirugía abierta (laparotomía), o a la cirugía endoscópica de la cavidad abdominal (laparoscopia). La miomectomía laparoscópica es la técnica preferida frente a la miomectomía  laparotómica, sobre todo por la más rápida recuperación de la paciente y la menor tasa de complicaciones.

El riesgo de pérdida del útero como complicación de una miomectomía única o múltiple es prácticamente nulo, si la cirugía la realizan cirujanos con experiencia en este tipo de patología..

– Radical: El tratamiento radical consiste en extirpar el útero total o parcialmente. La histerectomía se puede llevar a cabo por vía vaginal, por laparotomía o por laparoscopia.

La vía vaginal es la técnica de primera elección si el volumen del útero lo permite. Tiene la ventaja de que no deja cicatrices en el abdomen y que la recuperación es muy rápida

La vía laparoscópica es la alternativa a la vía vaginal, aunque también tiene sus limitaciones en casos de úteros de gran volumen.  

En una proporción pequeña de úteros miomatosos será necesario recurrir a la vía laparotómica

La histerectomía es, en cualquier caso, el último recurso terapéutico, debiendo reservarse para los casos en los que no haya otra alternativa o cuando la paciente presenta unos síntomas muy intensos y tiene sus deseos genésicos cumplidos.

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