Hoy queremos tratar el tema del embarazo en mujeres con enfermedades concomitantes, como por ejemplo, el asma. ¿Sabías que es la enfermedad que con mayor frecuencia complica el curso del embarazo?
Existe la creencia que, una vez embarazadas, las mujeres deben abandonar los medicamentos que tomaban previamente al embarazo. A veces debe ser así, pero no siempre. En este post profundizamos sobre el tema para resolver tus dudas.
Según un estudio nacional el 55 % de embarazadas no tienen un buen control del asma en el primer trimestre del embarazo por abandono de la medicación o reducción de la dosis.
Eva Martínez Moragón (neumóloga) ha explicado en el Congreso Mundial del Asma que no se han constatado riesgos teratogénicos relacionados con los fármacos, pero si se ha demostrado que “existe el riesgo de que el asma se exacerbe, lo que plantea el peligro de hipoxia fetal (falta de oxígeno)” por falta de oxígeno para la placenta.
Riesgos
“Un tercio de las gestantes experimenta una mejora de los síntomas, otro tercio empeoran y las restantes se encuentran igual. Sí es cierto que el asma más grave tiende a empeorar durante el embarazo mientras que las formas moderadas y leves tienden a mantenerse estables o, incluso, mejoran” explica Carmen Vidal Pan, jefa del Servicio de Alergia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.
El hecho de padecer asma puede acrecentar el riesgo de mortalidad, el bajo peso del feto al nacer u otras consecuencias durante el embarazo como pueden ser la retención de líquidos, hipertensión arterial o nacimientos prematuros.
En general las exacerbaciones se dan más en el segundo trimestre del embarazo y el tabaquismo es el factor que más problemas causa.
Recomendación
Es recomendable que las gestantes acudan a su especialista (neumólogo) para evaluar la enfermedad y seguir el tratamiento más adecuado para mantener el asma bajo control y reducir sus posibles exacerbaciones.